Ginebre del Mas de Ginero
Teruel
Localización
Historia, leyenda y curiosidades
Se estima que la peste negra redujo la población europea del siglo XIV prácticamente a la mitad. Una pandemia devastadora que castigó con severidad a muchas regiones de Europa y Asia, y que todavía hoy se recuerda en algunos pueblos del antiguo Reino de Aragón. De hecho, y cada siete años, Vallibona (provincia de Castellón) y Peñarroya de Tastavins (Teruel) celebran su Rogativa, una hermandad que nos traslada hasta el año 1347, uno de los años más duros de la peste negra.
Cuentan las crónicas históricas que en 1347, y como consecuencia de un brote de peste negra, la población de Vallibona prácticamente desapareció. Para repoblarla, siete jóvenes de la localidad decidieron buscar mujer en los municipios de alrededor. Ya en Peñarroya de Tastavins, y ante la ermita de la Marededéu de la Font, pidieron un milagro a la virgen. Milagro que se les concedió. Los jóvenes consiguieron siete chicas solteras con las que se casaron y repoblaron así Vallibona.
Ese primer viaje que iniciaron siete jóvenes hace prácticamente 700 años se ha repetido de forma ininterrumpida cada siete años. Siete horas de camino que recorren parajes espectaculares. Entre ellos, árboles monumentales. A menos de dos horas de Peñarroya de Tastavins, y cerca del paraje de las Rocas del Masmut, encontramos el ‘Ginebre del Mas de Ginero’, un árbol monumental que ha visto a cientos de generaciones hacer ese camino histórico entre Vallibona y Peñarroya.
Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso
Históricamente, las fuentes, las piedras, los enclaves geológicos, los puentes o las intersecciones han sido muy útiles para orientar al viajero y no perderse en el camino. Y los árboles no son una excepción. Un claro ejemplo es el ‘Ginebre del Mas de Ginero’, un árbol emblemático que guía a quienes se quieren sumergir por el corazón de los Puertos de Beceite. Un árbol rudo, fuerte, con historia, que crece junto a unas balsas naturales y que cuenta con cientos de años y de anécdotas.
Se trata de un árbol monumental y de referencia para el viajero, y que destaca por un tronco que se retuerce sobre sí mismo como pocos en esta región. Un enebro que sobresale en una zona de pinos y arces, y que se sitúa en un camino natural con episodios históricos significativos para la localidad. Y es que el camino entre el Mas de Ginero y Peñarroya de Tastavins ha estado escrito con el ímpetu de los pueblos castigados por la peste y por la sangre de los lobos.
El ‘Ginebre del Mas de Ginero’ es un enebro singular y único. Desde su base, el árbol se parte en dos. Las ramas se retuercen como una vid, síntoma de su carácter monumental, las cuales crean dos tronos en los que el viajero se puede sentar. Las ramas siguen dividiéndose hasta llegar a la copa del árbol, cuya poda natural perfila dicho enebro como un bonsai de 7 metros de altura. El perímetro del tronco supera los 3,5 metros en su base.