Palmera canaria, Plaza Pessoa
Santa Cruz de Tenerife
Localización
Historia, leyenda y curiosidades
Ubicada en la pequeña plazoleta astral de Fernando Pessoa, esta palmera canaria centenaria ha presenciado la evolución de la ciudad capitalina sobre sus raíces. Largo tiempo ha pasado ya desde que formó parte de las tierras de cultivo que dominaban la zona. Desde entonces, su crecimiento continuado hasta sus imponentes 20 metros actuales, le ha permitido ser un testigo pasivo de los inexorables cambios arquitectónicos que han ido transformando nuestra ciudad hasta el resultado actual.
Este majestuoso gigante que ha sobrevivido durante largo tiempo, no sólo es una joya digna de ser considerada árbol europeo por su innegable valor estético y para la biodiversidad isleña, sino que además contribuyó desde un principio en el desarrollo de los ciudadanos isleños, como muestran las ya desgastadas marcas que recorren los más de tres metros de perímetro de su tronco, señales claras del guarapeo al que fue expuesta antaño por parte de los lugareños para obtener savia destinada a la fabricación de la característica miel de palma. Esta palmera fue guarapeada por un ciudadano al que conocían con el sobrenombre de ‘guarapo’.
Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso
Entre las características fisiológicas de esta especie cabría destacar la presencia de una fuerte coraza protectora conformada por los acantófilos (hojas-espinas) que protegen el cogollo de los ejemplares, estando considerada esta barrera protectora como una de las más agresivas y eficientes en la familia de las palmeras y también en la flora de Canarias en general. Además, su extensa red de raíces fibrosas permite a los ejemplares de esta especie sobrevivir en zonas problemáticas para otras especies vegetales, tales como taludes o barrancos y zonas donde pueda haber escasez hídrica temporal. Éstas y otras características como la forma, disposición y coloración de las hojas en la corona, permiten identificar a la palmera canaria de entre las más de 2700 especies de la familia a la que pertenecen a lo largo de nuestro planeta, llegando a ser considerada un endemismo de nuestro archipiélago, siendo más concretamente originaria de la isla de La Gomera.
Como añadido a las singularidades biológicas anteriormente mencionadas, la palmera canaria ha sido integrada con facilidad en ambientes antrópicos por sus usos, pudiendo destacar la tradicional producción de miel de palma derivada de la savia producida por esta especie vegetal. Este producto supuso una importante fuente de ingresos para parte de la población local, habiendo incluso personas destinadas a la recolección del mismo, conocidos como palmereros.
La palmera de la Plaza Fernando Pessoa es un ejemplar digno de ser reconocido, pues si bien existen muchos ejemplares de palmera canaria en nuestro archipiélago, rara vez alcanzan la veintena de metros de altura, siendo lo más común encontrarse entre los 12 y 14 metros. Además, su longevidad, y el respeto por parte de los ciudadanos del barrio santacrucero de El Toscal, han permitido que este viejo ejemplar haya sido testigo del origen y evolución del conocido Parque García Sanabria, uno de los espacios verdes más relevantes de la capital tinerfeña por los usos que ha tenido históricamente y los ejemplares vegetales que alberga, declarado por el Gobierno de Canarias, mediante Decreto 144/2016 de 5 de diciembre, Bien de Interés Cultural (B.I.C.), con categoría de Jardín Histórico, siendo esta palmera más antigua que el mencionado espacio.
Este singular ejemplar marcaba el final de la calle Méndez Núñez. Ha sido incluido recientemente en el catálogo de Árboles Singulares de Santa Cruz de Tenerife, sin embargo desde hace al menos una década ya formaba parte del Catálogo de Árboles Monumentales y Flora Singular de Tenerife que edita el Cabildo de Tenerife.