Castaño del Tío Trazas.Los Santos (Salamanca)
Los Santos, Salamanca
Localización
Historia, leyenda y curiosidades
El Castaño del Tío Trazas, que recibe el nombre de su antiguo propietario, se encuentra en el acogedor municipio de Los Santos, al sureste de la provincia de Salamanca, en la Comarca de Entresierras y dentro de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia.
Para llegar a este singular árbol de más de medio milenio de antigüedad podemos partir desde la parroquia de San Bartolomé. Una iglesia templaria construida en piedra de granito, cuya capilla mayor de estilo románico es del siglo XIII.
A poco más de 100 metros, en dirección a la Cruz del Humilladero, y siguiendo el paso de la Cañada Real de la Plata o de La Vizana, encontramos una carretera asfaltada que conduce hacia la piscina municipal y un agradable merendero con barbacoas. Cuando la pendiente de la carretera empieza a pronunciarse, a medio camino y a la derecha, encontramos al venerable “Castaño del Tío Trazas”. Una maravilla de la naturaleza que, con sus más de 20 metros de altura y de perímetro en su base, se presenta a modo de tótem, guardián y guía del camino y del bosque singular del que forma parte; El Castañar Centenario de “El Tejar”.
Es una catedral viva que parece querer invitarnos a descubrir su espectacular castañar centenario y, como protagonista principal, el “Sendero de la Madera”; un recorrido señalizado entre los impresionantes y antiquísimos castaños (+400 años). Sus troncos, unos huecos y otros retorcidos, forman siluetas fantasiosas, que nos invitan a soñar, produciéndonos una profunda admiración.
Si nuestro castaño hablara, seguro que nos deleitaría con crónicas de trashumantes, de reinados y conquistas, de herederos de los antiguos templarios, del comercio de los antiguos arrieros, de fiestas y celebraciones populares, de amores y desamores, y de otras muchas historias de las incontables generaciones que han pasado junto a su imponente figura durante más de quinientos años. Forma parte del patrimonio vivo de la localidad, a cuyos vecinos y visitantes ha premiado con una excepcional estampa, cambiante con cada estación del año. Siendo testigo y partícipe de costumbres, culturas, efemérides y modos de vida muy distintos a los nuestros, llegando hasta nuestros días como vestigio de tiempos pretéritos.
El aprovechamiento maderero -proporcionaba buena madera para vigas y construcciones- y su ubicación, en un desnivel del terreno, ha condicionado y caracterizado el crecimiento de este querido árbol singular. Sus raíces se han engrosado de forma portentosa, aprovechando el vacío que deja la ladera, expandiendo su perímetro en la base hasta el punto de requerir más de una decena de personas para abrazarlo por completo.
Pero a pesar de su antigüedad y de las exigencias de su ubicación, cada otoño nos sigue regalando abundantes castañas. Recolectadas comunalmente, entre vecinos y visitantes, como parte de la celebración de la tradicional fiesta local de “La Calbochada”.
Hoy el Castaño del Tío Trazas es un símbolo y orgullo de los Santeños, tanto de los que viven en el pueblo como de los que están lejos de él, que desean que siga imponente durante muchos siglos más para disfrute y admiración de las nuevas generaciones.
Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso
Por su valor paisajístico y representatividad, por ser posiblemente uno de los árboles más antiguos de España, por la singularidad de su estructura de crecimiento, que le ha conferido más de 20 metros de altura y otros 20 metros de perímetro en la base, por estar unido a la Cañada Real de la Plata y muy próximo a la iglesia románica con testimonios templarios de la localidad de Los Santos, por todo lo que ha aportado al pueblo durante siglos como recurso natural, por ser protagonista de la fiesta de las castañas – “La Calbochada” – que cada año, al inicio del otoño, celebran juntos centenares de santeños y forasteros, y por estar en la memoria de infinidad de generaciones, consideramos que este monumental e imponente castaño de más de medio milenio de antigüedad merece ser puesto en valor, conocido más allá de Los Santos y optar a ser elegido como “Árbol Singular del Año”.
Consideramos además que el honor de ser elegido como Árbol del Año podrá contribuir a mejorar su conservación y la de su entorno, en el que también podemos encontrar muchos más castaños centenarios singulares y otras variedades de árboles como, por ejemplo, robles, fresnos y olmos.
Los castaños en particular corren grave peligro debido a los efectos del cambio climático y a que ya no se atienden sus terrenos ni su masa forestal como en el siglo pasado. Lo que favorece una pérdida continuada de superficie de castañar y que sus ejemplares se continúen secando. Una situación que el presente concurso seguro que puede ayudar a visibilizar y contribuye a revertir con la colaboración de todos.