Ciprés de los Pantanos del Parque de Maria Luisa.
Glorieta de Bécquer. Sevilla
Localización
Historia, leyenda y curiosidades
Se trata de uno de los ejemplares mas importantes y representativos de la ciudad. Desde el año 2022, está catalogado como árbol Singular de la ciudad de Sevilla, como ejemplar individual, con número de catalogación 36.
Es un árbol que goza de especiales medidas para su conservación, pues existe un grupo multidisciplinar de técnicos especialistas en arboricultura encargado de su seguimiento y monitorización.
Se trata de todo un icono para la ciudad y para los aficionados a la poesía conocedores de la obra de uno de los escritores sevillanos más relevantes en el panorama internacional. Por lo tanto, es un árbol muy visitado, símbolo del Parque de Maria Luisa, joya de la corona de la Infraestructura Verde e histórica de la ciudad.
Pensamos que este árbol representa a la perfección la simbiosis necesaria entre dos estilos de monumentos, uno natural y otro arquitectónico, ambos igual de importantes. Es un ejemplo de la coexistencia pacífica entre ambos, ya que a lo largo de los años se han ido modificando las dimensiones del monumento para solucionar los conflictos causados por el contacto del crecimiento en grosor del árbol. A su vez, la simbología del propio monumento enlaza con la faceta creativa del ser humano, encontrado un triunvirato entre naturaleza-escritura-arquitectura, en definitiva, el arte en estado puro.
Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso
A pesar de que no existen datos exactos sobre su plantación, se cree que fue plantando alrededor de 1850-1870. Aunque a juzgar por las primeras imágenes que se disponen, que datan de 1910, la plantación pudiera tratarse de mucho antes, ya que en esa fecha, sólo con 60 años tenían un porte más que considerable.
La historia de este magnífico ejemplar este estrechamente vinculada a Gustavo Adolfo Bécquer, poeta y narrador sevillano nacido 1836 y muerto en 1870. Bécquer, perteneció al movimiento cultural del Posromanticismo, su obra, Rimas y Leyendas, es uno de los libros más populares de la literatura hispana.
En noviembre de 1910, el concejal de huertas del Ayuntamiento de Sevilla, hacía pública la propuesta que por iniciativa de los Hermanos Quintero, pretendía levantar un monumento en honor del afamado poeta sevillano. El proyecto, acogido con agrado por todas las partes implicadas, fue puesto en marcha al momento, encargándose la ejecución al reputado artista Lorenzo Coullaut Valera, que trabajó en la obra desde su estudio en Madrid. Aprobada la maqueta y finalizados los modelos en barro, el escultor Bechini se encargó de finalizar las piezas materializándolas en mármol blanco de Carrara. Se inauguró el 9 de diciembre de 1912.
Desde su inauguración hasta el día hoy, el crecimiento del árbol y ciertos actos de vandalismo ha ido marcando su trayectoria histórica y las diferentes restauraciones que se han acometido sobre el conjunto árbol-monumento. Se tiene constancia de que al menos, el entorno de este singular ejemplar y su relación con el monumento, ha sufrido diferentes remodelaciones en los años 1918, 1936, 1951, y 1988.