La Carrasca de los Tocones.

Peracense. Teruel

  • ESPECIE

    Quercus Ilex subespecie ballota

  • ALTURA

    15 metros

  • Perímetro del tronco

    605 cm

  • EDAD

    1200 años aproximadamente

Localización

Historia, leyenda y curiosidades

La Carrasca de los Tocones no es solo un fenómeno biológico, sino también un tesoro cultural y natural, que ha sido parte integral de la vida de las personas de Peracense durante siglos. Fue abrigo en los días de frio, cobijo en los días de lluvia y sombra en los días en los que el sol calentaba con fuerza; ha sido participe de todas las cosechas de trigo, cebada, centeno y del laborioso azafrán; refugio de aves y diversos animales; la mejor observadora de nuestros ancestros y de nuestras aventuras de niños. Está íntimamente relacionada con cada uno de los habitantes de Peracense y con los que, aunque no viven ahí, forman parte de la cálida acogida de la España rural.

Las carrascas fueron denominadas por los celtas como “kerker” cuyo significado es árbol hermoso, ha sido un árbol apreciado por infinidad de motivos. La carrasca de los Tocones es una testigo silenciosa de la historia de Aragón, desde que los almorávides hasta nuestros días, por la cercanía al Castillo de Peracense. Y según cuenta la leyenda, el Cid y sus tropas descansaron bajo la sombra de la carrasca, mientras realizaba sus correrías por la zona, cuando pretendía conquistar el territorio para la Taifa de Saraqusa. Los Ximénez de Urrea, una de las familias más influyentes de Aragón, fueron propietarios de las tierras donde se asentaba la Carrasca; también ha presenciado grandes batallas como la Guerra de los Dos Pedros y la I Guerra Carlista.

La Carrasca de los Tocones, se denomina así porque estaba en una zona denominada Paraje de los Tocones. Su nombre procedía del trozo que quedaba al ser talada la carrasca, “el tocón.” Durante muchos años la Carrasca fue protegida por la Sociedad del Monte, sociedad de los vecinos de pueblo que se encargaban de que se respetaran las normas relacionadas con la “suerte de la leña” es decir, se la protegió de la tala controlada, ya que fue siempre como la abuelita de todos, una gran protectora. Desde el año 2015, la Carrasca de los Tocones forma parte del catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Aragón, que promueve la protección y valorización de los mismos en Aragón.

Dado el profundo cariño que se le tiene a la Carrasca de los Tocones, está representada en el escudo de Peracense, con sus cinco ramas; y que junto con el Castillo de Peracense, los dos estandartes con la Señal Real de Aragón, los dos zorros a ambos lados de la torre y en la parte superior, la corona Real; forman el escudo del pueblo, dando a la Carrasca un lugar y un valor fundamental para el pueblo.

Actualmente, la carrasca tiene dos brazos de grandes dimensiones, pero antiguamente llegó a tener cinco ramas como recuerdan los más ancianos del lugar. Una de ellas era muy pequeña y fue la primera en desprenderse; la segunda, fue alcanzada por un rayo que la partió, dejando a la carrasca dañada; y la última rama se desprendió por causa del viento en el año 1998. Rama, que se conserva hoy en día en el pabellón de Peracense como símbolo de la resiliencia; una resiliencia semejante, a la de los pueblos de la España vaciada.

Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso

Pascual Madoz en su “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” describe a Peracense como un “lugar de terreno quebrado, de secano, con clima frío, compuesto por 50 vecinos, 200 almas, con 35 casas en 4 calles y una plaza… con varios pedazos de monte cubierto de carrascas, enebros y chaparros”. Entre ellos, la Carrasca de los Tocones.

El motivo de presentación es compartir esta joya de la naturaleza, que ha persistido resiliente al paso de los años, a las hachas de los que tenían frío o hambre y a la climatología adversa; es poder poner en valor el patrimonio natural que tenemos, para poder conservarlo y cuidarlo; y también recuperar las memorias, ya casi olvidadas, en torno a la Carrasca de los Tocones. Para ello, hemos realizado Siente Peracense, que consiste en reuniones mensuales con las personas mayores del pueblo en las que nos cuentan historias, curiosidades, tradiciones, juegos y costumbres de cuando eran pequeños. Una parte de estas reuniones, se ha dedicado a la Carrasca de los Tocones. Como ya hemos dicho, para nosotros es la abuelita y nadie mejor que ella, para contar la historia de la zona, en el comic del Castillo de Peracense. Se han realizado conciertos y andadas populares bajo sus ramas, a las que han asistido un gran número de personas para honrarla y disfrutar de ella.

Ha sido testigo silente de generaciones que han pasado bajo su sombra y ha sido fuente de inspiración para la comunidad local. La Carrasca de los Tocones es mucho más que un árbol. Es un símbolo arraigado en la historia, la cultura y el medio ambiente de la región. Su supervivencia a lo largo de los siglos la convierte en una valiosa lección sobre la importancia de la adaptabilidad y la coexistencia con la naturaleza. Cuidar de este tesoro es una responsabilidad compartida, para que siga siendo un vínculo entre el pasado y el futuro, y continúe inspirando reverencia y admiración por los tesoros naturales que nos rodean.

Pino Centenario del Parador de Mazagón. Moguer. Huelva